La revolución del Balanced Scorecard

Existen diversas técnicas de management como: Six Sigma, Total Quality, EVA, ABCosting, CRM o Balanced Scorecard, que ofrecen probadas alternativas para la mejora en la gestión empresarial, aunque los objetivos y aplicaciones pueden ser distintos. Sin embargo, hay al menos un factor que es común a todas ellas: el apoyo de la alta dirección. En efecto, ninguna de estas técnicas de mejora puede prosperar, si no hay un decidido convencimiento de sus beneficios por parte de los Directivos y un firme propósito de llevarlo a cabo, no como una moda más, sino como un verdadero instrumento de cambio.

Si la alta dirección proporciona un apoyo débil e informal al Balanced Scorecard, los empleados rápidamente interpretarán esa demostración como que el proyecto, probablemente, no merece su tiempo ni su esfuerzo.

La mejor manera de otorgar a la alta dirección un papel de sponsor en el proyecto es crear un Comité de Dirección, con miembros de alta dirección que se comprometan a llevar el proyecto a buen puerto en tiempo y forma. Una vez creado el Comité de Dirección, éste da paso a la creación del segundo equipo clave para la implementación del Balanced Scorecard: lo que llamamos el Equipo de Implementación.

El Comité Directivo se reunirá al menos una vez por mes y desempeñará un papel de control sobre el despliegue del scorecard. Tendrá a su cargo las decisiones de alto nivel sobre el desarrollo del programa del scorecard y tomará las medidas necesarias para aplacar la resistencia y solucionar los problemas que se susciten dentro de la organización. Este equipo debe garantizar que se tienen los recursos necesarios para asegurar que el plan de implementación se ejecute. Por su parte, en el Equipo de Implementación “Cada persona involucrada proporciona sus propias habilidades funcionales”. Los miembros de este equipo necesitan entender la gestión, comunicación y medición de los cambios y tienen que ser creíbles para la organización”. ¿Vale la pena intentarlo? Ya hay muchas organizaciones que llevan implementado el Balanced Scorecard con seriedad y compromiso y han adquirido un cambio dramático en su gestión y beneficios. Tal vez sea lo que toda empresa esté necesitando en esta época de mercados cambiantes y competitivos.

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