En tu carrera profesional, ¿eres Garfield o Snoopy?

img snoopyAnte la necesidad de tomar una decisión podemos ser como Garfield, el gato perezoso y comilón, cuya actividad (e incluso sus intenciones de movimiento) no va más allá del mando de la televisión, o como Snoopy, que siempre toma decisiones de acción aunque no sepa a dónde le van a conducir. Son el “efecto Garfield” y la “actitud Snoopy”, definidas así por José Medina, profesional de Executive Search, para describir lo que está detrás del motor de una carrera profesional.

El momento actual es más que propicio para preguntarnos si somos nosotros quienes gestionamos nuestra evolución profesional o si delegamos esta tarea en otros.

Existen “dos tipos de personas: los que dirigen su propia carrera y a los que se la dirigen” y ha aconsejado que cada uno debe gestionar y no delegar la dirección de su trayectoria profesional, o lo que es lo mismo, debemos ocupar el asiento del conductor y no el del copiloto. Y ello ha de ser así porque el trabajo no debe ser percibido sólo como una forma de ganarse la vida; es un camino hacia la tan ansiada/o “felicidad” y/o “éxito”.

En la trayectoria profesional de muchas personas se suceden constantemente cuatro fases relacionadas con el nivel de motivación y satisfacción, que además, son claramente comparables con las cuatro estaciones del año:

compromiso (primavera)
consolidación (verano)
complacencia (otoño)
decadencia (invierno)

“Para no entrar en la zona de la desmotivación y no caer en la complacencia y en la decadencia tienes que reinventarte y cambiar”, ha afirmado Medina.

Frente al Principio de Peter, según el cual el momento de estancamiento es el ideal para preguntarse por qué hay que cambiar y no conformarse por miedo al riesgo y a la libertad: “Todo profesional que asciende en la empresa, si tiene talento, cambia antes de estancarse y de alcanzar su nivel de incompetencia”, concluyó.

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