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Estos últimos años múltiples cambios han afectado el mercado laboral. Nuevos conceptos, adaptación al cambio, nuevas herramientas, condiciones, formatos, incertidumbres y oportunidades que han llevado a establecer nuevas reglas en el juego en la movilidad de ejecutivos.
Antes de la pandemia, podríamos graficar que de los ejecutivos que se encontraban trabajando, al ser consultados si estaban abiertos a nuevas ofertas de trabajo, solo un 25% de ellos se oponía a la idea de un cambio. Por muchos factores, como por ejemplo estar satisfecho con su nivel de renta, estar cómodo en su zona de confort y evitar el stress del cambio de trabajo. Pues bien, ¿quieres saber cómo ha cambiado este índice de apertura hacia un cambio de trabajo?
Hoy el candidato tiene más poder. Parte del cambio en el mercado laboral son las condiciones en que se desempeña el cargo, como es el teletrabajo o híbrido, que hoy es una condición exigida por ellos y que no da pie atrás. El mercado también cambió producto de la oferta y la demanda, las oportunidades de nuevos roles, cargos y plazas de trabajo se están recuperando. Hay una necesidad de cubrir estos puestos generando una “batalla por el talento” por esos candidatos altamente demandados provocando un alza el valor de las rentas, un nuevo status en las condiciones salariales para la movilidad laboral, haciéndolos más difíciles de capturar.
¿Qué más ha cambiado?
Este nuevo escenario tiene que ver con los espacios ganados por los ejecutivos y por la situación de incertidumbre que conlleva un cambio de trabajo. Tomar el riesgo de cambio, implica confiar en las probabilidades auspiciosas del nuevo trabajo, en apostar por una mejor realidad, que no solamente pasan por un aumento de salario.
La explicación de por qué los candidatos hoy están mas exigentes al momento de aceptar una nueva oferta laboral, se explica porque hoy están viviendo momentos más álgidos en sus actuales trabajo, seguramente comprometidos con sus actuales estructuras, muchas veces cumpliendo varios roles pero también disfrutando de los beneficios de la retención de talento: reducción de jornadas, días de home-office, formatos flexibles y otros beneficios que apuntan a mejorar su calidad de vida y compatibilidad familiar. Y justamente por toda estas variables mencionadas, los candidatos hoy están más exigentes y no están dispuestos a transar ni dar un pie atrás en ese sentido, elevando ese 25% hacia un 45% de candidatos que definitivamente no están disponibles para un cambio de trabajo.